26/07/2019
Cuando el destino nos alcance.
Año 2022. Ese es el año en el que está ambientada esta muy
recomendable película que figura como nombre del artículo.
Y es también el año en el que se supone comenzaría la obra
civil de la nueva estación intermodal de Gijón, si tenemos en cuenta
los tiempos que ayer el gobierno municipal puso sobre la mesa. Lo cual, para un
Proyecto con muy poca credibilidad ya en la ciudad, solo contribuye a su total
denostación. Tengamos en cuenta que, en el cronograma de obras presentado en
mayo de 2018, se fijaba mayo de 2020 como la fecha de comienzo de la obra civil
de la estación intermodal. Año y medio de retraso acumulado.
Tratemos de explicar con claridad el retraso:
Se han dado tres argumentos.
1. El proceso de contratación del famoso Estudio Informativo.
Debido a la necesidad de acortar plazos, el Ministerio de Fomento, ya en junio
de 2018, decide encargar a un medio propio de la Administración General (INECO) el trabajo y no sacarlo a licitación pública. Pero resulta
que, esta a su vez, lo subcontrata, generando un retraso que
no ha quedado debidamente cuantificado ni justificado. Es decir, ¿primero se
supone que es super-urgente pero luego se hace subcontratando? Esto es lo que
se dice; lo que no se dice es que el primer estudio informativo se iba a hacer
sobre el supuesto de la estación intermodal a la altura del museo del
ferrocarril y el de ahora probablemente plantee dos opciones por igual: esta
misma y Moreda, que era la ubicación del cambio de siglo, año 2002.
2. Las complejidades del terreno y del estudio. Esto es como
decir que el motivo del retraso de cambiar la rueda a un coche es porque hemos
pinchado. Claro. Se encarga el estudio para dilucidar los condicionantes
técnicos de una obra civil de más de 200.000.000 de euros.
3. El dinero de la licitación. La licitaciones públicas son
a+b+c y no estaría de más que nuestros representantes públicos sepan cómo
funcionan. No es una cuestión económica, es que es necesario establecer un
pliego de condiciones técnicas objetivas que es a su vez el que determinará la
cantidad económica necesaria para la inversión. No al revés.
Pero de todo esto se sacan muchas más conclusiones sobre la
realidad de lo que está pasando con el Plan de Vías.
Para definir qué y cómo se ponen las
cosas en el espacio donde va la playa de vías, la estación intermodal, la
estación de autobuses y todo eso, es necesario ejecutar, desarrollar y aprobar
un Plan Especial. Ese Plan especial, que es competencia de Gijón al Norte
licitarlo, está parado desde septiembre de 2018 y está parado porque el
elemento fundamental sobre el que pivota cualquier ordenación del
terreno
correspondiente es, evidentemente, la ubicación de la estación
intermodal.
Y aquí llegamos a una de las claves. Mucho me temo que la
valoración establecida en el Estudio Informativo nos devuelva a la casilla de
salida, es decir a Moreda. Y no es que Moreda sea una opción nefasta, es que ya
se ha dicho a toda la ciudad, creando expectativas al respecto, y todos los
partidos han refrendado el otro espacio, y se ha firmado un Convenio
y, por si se nos olvida, el PSOE lo firmó.
Habrá más discusiones,
más broncas, y no avanzaremos. Otro Convenio, más estudios, otra modificación
del Plan Especial, porque aunque la ubicación acabe siendo la misma de 2002, el
modelo de desarrollo urbanístico seguramente lo quieran cambiar. Es necesario en este asunto y
en todos tener un mínimo de rigor a la hora de explicar qué sucede a la gente
de Gijón, y no es así, dando afirmaciones que carecen de sentido.
Pero aún con todo esto no es lo peor. Lo peor es que seguimos
sin estación.
David Alonso
Comentarios
Publicar un comentario