24/10/2019
Las mil y un aguas de Gijón
El agua de
nuestro lavabo, se junta con el agua del retrete y la del retrete de la vecina
y la del fregadero de la cocina del 1º. Nada mas salir del edificio, se junta
con la de otros edificios, de los lavabos, retretes y fregaderos vecinos, pero
además, cada 50 metros va recogiendo el agua de lluvia que circula por las
calles, con sus palitos y papelitos; en su camino se encuentra con algún
pequeño arroyo o manantial, que justo ese día con las lluvias caídas, baja con
mucha agua. Cada vez hay más, cosas de vivir en Asturias, así que el tubo
encuentra unas pequeñas bifurcaciones que le permiten aliviar la carga, que no
es otra cosa que aliviar el caudal de agua que lleva. Y el colector lo alivia,
concretamente en nuestro Río Piles. Ese proceso se repite hasta 7 veces más en
la parte final del cauce, muy cerca de nuestra querida playa donde termina todo
esto.
Así llevamos
desde que se han puesto redes de saneamiento unitarias, es decir, desde
siempre. Esto podría tener un razonamiento lógico (meter tubos es muy caro),
pero en el caso de Gijón, el problema no está solo cuando llueve. Y ahí
empiezan las multas, la contaminación y la irresponsabilidad.
Cuando no llueve el agua va a el Pisón, donde se pasa por un colador gigante y sale tal cual 2.450 metros mar adentro, desde el año 1994, hasta hoy.
Hay un paso
intermedio a todo esto. Para que el agua, cuando llueva, no salga al Piles, se
acumule y retorne para depurar a la depuradora (aunque no haya depuradora), se
diseñan los pozos de tormentas, el famoso del Parque Hermanos Castro, que le
quedan dos años de obras por lo menos.
Es decir, no
tenemos Depuradora, no tenemos pozo de tormentas y los tubos cuando llueve se
comportan como tubos llenos de agua, alivian.
A eso hay que
sumar que aprovechando que el Piles pasa por allí, contamos con numerosas
instalaciones adyacentes a su entorno que quizás no tengan todas las conexiones
debidamente diseñadas con la red municipal. Quizás.
Empecemos por
la EDAR del Este, esa estación depuradora que debería estar hecha y funcionando
desde el año 2000 y que mediante sentencia judicial está paralizada. Siempre me
ha extrañado que nadie, de ninguna Administración, haya hablado con los
alegantes que han ganado las sentencias, más bien parece que esto quiere
convertirse en que unos son malos que no dejan que se depure el agua y otros
son buenos porque sí lo quieren.
Por parte de la
Administración, tanto de la Estatal como de la Municipal se confía todo a que
la Audiencia Nacional dé por bueno el nuevo Estudio de Impacto Ambiental
realizado. De manera muy resumida un Estudio de Impacto ambiental viene a
determinar qué consecuencias tiene la ubicación de una instalación en función
de varias alternativas. Evidentemente este Estudio ha determinado que la mejor
ubicación de la nueva depuradora es…donde ya está ubicada. Esto tiene dos
problemas, el obvio, que los jueces consideren que el EIA dice lo que tiene que
decir, y uno paralelo y del que parece que no se quiere hablar: el de las
alegaciones presentadas a ese Estudio, a las que no se ha respondido y que
vuelven ha dejar una vía judicial abierta.
Mucho me temo
que lo que acabe ocurriendo es que haya que construir otra nueva EDAR, lo cual nos dejaría cuando menos otros
4 años más sin depuradora y a razón de más de 10,95 millones de euros
semestrales, que no olvidemos debemos pagar por sentencia firme a la UE al
carecer de saneamiento de las aguas residuales en una población equivalente de
162.000 personas. Casi nada.
De manera
paralela, nuestros responsables políticos no solo deben pensar en renovar la
red de saneamiento, sino en sacar las aguas pluviales y de varios arroyos de la
red de colectores unitaria y hacer una red separativa YA; y esto para hacerlo
el mejor lugar es empezar en el saneamiento que arranca en la Camocha y llega a
Nuevo Roces. Pero han de hacer una cosa antes de todo esto, asumir que es un
problema fundamental.
David Alonso
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